La eternidad por los astros
Auguste Blanqui
"(...) la naturaleza debe repetir al infinito cada una de sus combinaciones originales o tipos. Todo astro, cualquiera sea, existe entonces en número infinito en el tiempo y en el espacio, no solamente bajo uno de sus aspectos, sino tal como se encuentra en casa uno de los segundos de su duración, desde el nacimiento hasta la muerta. [...] Todo ser humano es entonces eterno en cada uno de los segundos de su existencia. Lo que yo escribo en este momento en un calabozo de la Fortaleza de Taureau, lo escribo y lo escribiré durante la eternidad, sobre una mesa, con una pluma, bajo estas vestimentas, en circunstancias totalmente semejantes.
En el fondo, es melancólica esta eternidad del hombre por medio de los astros, y más triste todavía este secuestro de los mundos-hermanos por la inexorable barrera del espacio. [...], el pasado para nosotros representaba la barbarie, y el porvenir significaba progreso, ciencia, felicidad. ¡Ilusiones! Ese pasado vio sobre todos nuestros globos-sosias desaparecer las más brillantes civilizaciones sin dejar un trazo, y ellas seguirán desapareciendo todavía sin dejar nada más. [...] Siempre y en todas partes, en el campo terrestre, el mismo drama, el mismo decorado, sobre la misma escena estrecha, una humanidad ruidosa, infautada de su grandeza, creyéndose el universo y viviendo en su prisión como una inmensidad, para zozobrar enseguida junto con el globo que llevó, en el más profundo desdén, el fardo de su orgullo. [...] La eternidad desenvuelve imperturbablemente en el infinito las mismas representaciones".
k.
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