Fabula de este mundo

Prefacio

El maldito policía AFANADOR se lleva mi cámara fotografica por la noche mientras duermo. Por la mañana se aparece en mi cabaña y me toma la declaración. Esa misma noche me detiene, me revisa y se lleva todo mi dinero en nombre de la ley. Entonces yo tomo una birome, cargada de tinta, y se la entierro en el medio de la frente, una lobotomía digna de cirujano.

El mar

Me acerque a la orilla, baje mis pantalones, con la mano izquierda tome mi pija, blanda y tímida entre esos gruesos bellos negros, y comencé a mear el mar, mientras el, con su espuma plateada rozaba mis tobillos. Sentí como el universo se alineaba justo en aquel punto en que el químico amarillo estallaba en el cristal azulado del agua.

La ciudad jungla

No pertenezco a la ciudad. Ningún humano sensato pertenece.

Yo soy de los que gozan defecar en público, orinar las cosas, morder, quizás incluso atacar a alguien si lo deseo. Lo siento Sr. Policía, es mi instinto natural de caza reprimido, usted lo libera a su manera, yo a la mia. Usted es un mono idiota con gorrito, yo un mono idiota disfrazado, vestido, tapado.

Abro cualquier página de "El almuerzo desnudo", cualquiera. Seriamente. Al azar.

Página 91 dice: "... El profesor llega en bicicleta, se sube al estrado sujetándose la espalda.

PROFESOR: Anoche me jodio todo el ejercito del Sultán. Tengo la espalda dislocada al servicio de esa reina que tengo en casa...", pues sabe que Sr. Burroughs, a mi me duele el tubo del culo, he sentido el frio garrote de la ley. Ese plástico negro, malvado (!que más malvado que el plastico negro!). De a poco el Sr. OFICIAL AFANADOR ( juro que era su verdadero nombre, de nuevo las malditas bromas universales) puso su palo, su vaina, su objeto, su materia que le da mas fuerza que a mi en este mundo que rebalsa de lava, y lo coloco en mi culo. Al terminar, le agradeci satisfecho y seguí camino.

Llegue a mi refugio, mi cuarto, adonde nadie podía ya tocarme y le escribí entero.Todo su crimen, todo su asco, todo su miedo, todo su ser - ser humano y la enfermedad vil que poseía su alma y la del resto. Mi espadita era cada vez más pequeña, casi de jugete, de aceitunas empaquetadas y vendidas en cuarenta y tres paises distintos. Todos mordiendo la negra aceituna al unisón, cuarenta y tres mordiscos simultáneos. Y !BUM! se me desprende otro dedo, los voy perdiendo de a poco, solo un torso desnudo y pudriéndose, con el viento llevando el olor a las narices de unas ratas que saborean nuestros descechos, se reproducen y mueren.

Sr.Burroughs

Invito a cualquiera a leer al Sr.Burroughs y no sentir ganas de vomitar las tripas, invito a cualquiera a atreverse a vomitar y sacar toda la materia podrida, y mirarla, y buscar belleza allí. O al menos buen sentido del humor.

Me gustaria colocar siete monos en fila y darle una pequeña pastillita a cada uno. 

Mono primero, toca su nariz, escarba, busca, raspa un largo moco rojo y babeante. El mono dos, asquedo y avergonzado de su compañero, levanta la trompa y exclama: !ORDEN! El tercer mono mientras tanto toca a su compañero, que lleva cuatro sexos en el: lo masculino, lo femenino, lo idiota y la pija mismca con una leve entradita en el testiculo izquierdo, una bella fruta; y escupe burbujas de saliva al aire. El quinto mono comienza a temblar y huye, pisando mil vidrios que le atraviesan el cuero, y corre goteando y dejando un hermoso cuadro que el sexto mono aprovecha a veder por miles de millones de Yenes japoneses y de paso convertirse en el animal más rico de la tierra. El mono seis mira al ultimo a los ojos, le arranca el iris, luego la parte blanca, luego los nervios que aun palpitan y le coloca un billetito de quinientos Yenes, el precio exacto de un nuevo par de gatos egipcios. Una hermosa pareja de gatos pelados, rosas e infectados de rabia. Rabia pura, suministrada en leves dosis de cereal en forma de pequeños trocitos de queso. 

Por ultimo Sr. Burroughs, sus palabras, su pensamiento y la podredumbre, el asalto a la escritura y al estado congelado de las cosas. Sus palabras palpitan acido rojo. Quisiera tomarle de la mano y abrir mi cráneo en dos, y que saboree, que coma de mi, porque es delicioso.

La pilifeterina o droga pura

La pilifeterina es una droga en polvo. Tiene color tabaco y la muy hija de puta hace agujeros en el cerebro. Hay quienes andan con cráneo partido, el esqueleto abierto por el coco, mostrando, luciendo sus bellos huecos humeantes. Se ha convertido en una seria enfermedad allá por Rusia. Los jóvenes esnifan y luego, de curiosos niños, meten sus dedos dentro de los agujeros y lloran semen por semanas. 

La virgen turca de Al Haeib lloró sangre y semen, uno de cada ojo. Su estatua, desangrándose. El obispo no pudo tolerarlo, y con un fuerte golpe la tumbo. La virgen explota en microparticulas de pilifeterina, y a los siete días el monasterio es encontrado en ruinas. Cerdos salvajes, plantas enredadas en el mismísimo niñito Jesús. Los tres monjes desnudos, arañados, jugando un partido de póker usando las ostias como fichas. El hermano Antonio siempre pierde, devora sus fichas y las digiere con el más sabroso vino de la región, mientras dos perritos ( de esos chiquitos con rulso ) se cogen como conejos, turnándose, pidiendo el agujero de su compañero con el máximo respeto. Perros de primera.

Mientras tanto, en el sindicato juvenil de alguna universidad del Surinam planean un atraco a Dios, rezar hasta que el bastardo aparezca y secuestrarle, y enviarle algun videito al vaticano, y cambiar al joven despatarrado y barbudo, que casi no puede decir dos palabras juntas porque no lleva dientes sino granos de maíz, algunos ya hechos pochoclo; y lo cambian por el culo del PAPA, su santidad suprema de rodillas recibiendo un consolador de mas de venite metros de largo que termina por atravesarlo ( al morir, el viejo se hace semen, entero, y solo quedan pelos blancos y su liquido ).

El humo gris sopla de nuevo en LA chimenea, y un viejo nuevo con sus ojos colgando, un pequeño monaguillo le sostiene el derecho, se aferra fuertemente al balcón y grita: !Dios esta a salvo, la patria esta a salvo, todos a sus puestos de nuevo!

Y los trajes solos comienzan a moverse, y encienden miles de computadores en un segundo. El ruido aturdece casi todo América, y vuelan las pelusas que llevaban años siendo pelusas y se transforman instantáneamente en polvo dorado.

Una paloma muere en algún cable, se hace pollo frito y cae en la boca de una alcantarilla húmeda y mohosa. El hombre de remera roja que camina por allí lo ve todo, lento, lo huele. Corre a su casa por un chute de pilifeterina y llora dos grandes lagrimas

Arte genital

Alguna mala conexión por allí causa una nueva explosión nuclear en Chernóbil. La fábrica fantasma estalla y los mutantes vuelan a desfigurar niños japoneses jugando, haciendo bonitas garzas de papel. 

Y luego las mascaras, y contar las extremidades, porque los cuerpos parecen de gelatina, y la gelatina es dificil de enumear.

El gobierno Maori, nuevo líder del mundo, luego del boom de la pilifeterina ( su produccion anual es de 10.000.000 TN, aproximadamente mil gramos por habitante ), decide montar un bello monumento. 

Entonces cuatro patitas, una manito de niña que aun sostiene el mango de la soga con la que jugaba y un enorme clavo oxidado que los une. Al pasar por el monumento, un parlante instalado dentro del aparato/maquina/mutante ofrece conversacion y recita poesía romántica sobre la guerra, y habla de las flores naciendo y los jóvenes amando sus bayonetas, preparados para un nuevo ataque mutante. Pero la estatua no lo soporta, no puede soportarlo, y toma todos sus brazos, los cuatro, y quiebra todos sus deods, luego sus huesos restantes, hasta hacerse polvo. Una gran pila de yeso se acumula allí, y un suave viento la empuja al vacio.

Es el fin del arte. Declarado inconstitucional por el nuevo gobierno, es prohibido el uso de crayones en las guarderías. Las librerías cierran o cambian al rubro del tráfico de niños bolivianos. Los museos toman todas sus obras y las arrojan a grandes hogueras que atraen manadas de moscas suicidas. En Colombia, un Picasso es tapado con un gran letrero que dice: MIERDA. Y las tumbas son profanadas, el esqueleto de Van Gogh desenterrado.

Luego de una larga autopsia el Dr. AFANADOR exclama su descubrimiento: !es un simio!, un barbudo simio rojo. !Sus genitales son tan pequeños, mirenlos! - y los muestra al mundo en vivo y directo, y los exprime. Oleo gris y azul se escurre entre sus dedos, y la gente en sus casas lo observa, hipnotizados, y comienzan a exprimir sus propios testiculos. Colores de ensueño, de mares cristalinos y sierras rojas. Los verdes más dorados y los blancos que lo llevan a uno a pegar su nariz a la sustancia y sentir un suave orgasmo. 

Las alfombras manchadas de sangre, pintura y en algunos casos semen son descubiertas años después en la conquista galáctica, y colocadas al lado del ultimo Pollock, ese de los cuatro latigazos negros, y el nuevo arte invade la galaxia. Se escriben libros y escuelas enteras al respecto. El arte genital.

El fruto universal

Podría escribir toda la noche, todo el día. Contarse una historia tan larga que su hijo debiera detenerse solo por frijoles para terminar de leerlo en vida. Ponía al universo en palabras. Lo seccionaba, armaba enormes líneas de polvo estelar y las sacudía, y lo sacudían.

La droga, la fruta del paraiso. Allí colgando de una rama podrida, invadida por cien mil hormigas rojas que practican la poligamia abiertamente. Una bella y redonda fruta naranja. Y la quiebra como un huevo, escarba entre los moluscos que defienden su interior ( animales muy curiosos, que cagan y comen por un mismo agujero ), y llega a los renacuajos sabrosos, la pulpa. Los mete en su boca, vivos, los siente nadar, como se dirigen lentamente por su intestino a las cascadas de acido, esos saltos de ángel. Y cada vez que un renacuajo explota, el parpadea y va perdiendo la palaraba, de a poco. Y solo le queda hablar haciendo dibujos en el aire, entonces ya no puede comprar sus vegetales, ni su carne, su alimento.

Y comienza a morder sus labios, y saborear la sangre salada. Y así vive por cincuenta años mas, canibalismo autónomo, y baila con duendes imaginarios en alguna pradera colombiana atestada de hongos alucinógenos y sucios hippies de camping, desnudos, acariciando a las vacas y proclamando el amor libre.

Un hippie de la India se pone de rodillas y comiena a decirle palabras sagradas a uno de los bovinos. El animal lo mira sorprendido, lo toma por las encías y le coloca una ubre en la boca. La más dulce leche brota a borbotones de la boca del indio, quien comienza a hacer gárgaras y meterse un dedito en el culo. Sus compañeros lo observan y repiten el proceso pero con sus penes. 

mas leche dulce que embriaga las bocas en nombre del amor libre.

FIN

b.