lunes, 25 de enero de 2010

Querido b.

(Estas notas corresponden al día de ayer)

Bueno pues, resultó que me harté de esperar en el hotel así que me fui a dar un paseo. En el camino me topé con un Comedor Vegetariano así que como ya había pasado medio día no tenía mucho más para hacer y en algún momento tengo que alimentarme entré. La sopa estaba bien pero qué onda con tanto perejil en todo loco? Después comí un par de ensaladas (una tenía papafritas; las condimenté con jugo de piña) y después un plato que tenía algo símil milanesa de soja con arroz habas y papas con una salsa verde. No lo pude terminar ya. Pagué tres soles y medio y me fui buscando alguna plaza como para sentarme a leer y encontré una muy copada al lado de un templo de no sé qué. Ah a todo esto mientras almorzaba me llamó Pachi y me dijo que el vuelo de la mañana se lo habían cancelado por el clima y que habían tomado otro que luego de haber despegado tuvo que volver al aeropuerto por no sé qué de técnico así que estaban ahí todavía viendo qué sería de ellos, que al momento quizás estén partiendo en algún otro avión. Ok. Bueno así que estuve leyendo mucho rato las crónicas de Bob Dylan que me regaló para navidad Chan Mi Amada y me parecen recontra geniales e increíbles y que acaso eso sea lo literario: lo increíble, o lo descreíble, o por ahí va la cosa. Al rato volvió a llover fuerte así que me fui de nuevo al hotel a ver si quizás habían llegado o bien a esperar más... Me siento un rato en una compu y viene un pibe y me dice que tienen una llamada de la agencia por la que venían papá y Leti y que es para mí


¿Wtf?


así que atiendo y una tipa muy amable me dice que parece que no iban a llegar hoy, que no había más vuelos o no sé qué problemas y yo le contesto que había hablado con Mike y que él me había dicho que tomarían otro avión en el día. Entonces me dice que si podía hablara con él y le dijera que la llamara y le contara qué onda. Cuestión que hablé con mi papá y resulta que efectivamente iban a tener que quedarse en Lima por la noche así que que pidiera en el hotel que me den la habitación. Y así es cómo terminé solo de nuevo, sentado en una cama enorme, en un hotel con un funcionamiento muy distinto a lo que estaba acostumbrado --pidieron fotocopiar mi pasaporte cuando me entregaron la habitación-- y si bien una ducha verdaderamente caliente y una estufa para secar mis zapatillas me vienen bastante bien creo que me siento un poco incómodo. En lo de Rubén y Francisco me sentía perfectamente: tenía la ventana para sentarse, un desayuno delicioso --no sé si lo dije pero la manteca y la mermelada venían en vasitos de esos que en los bares de Buenos Aires te dan con la soda cuando tomás un café, tapados con unos platitos de metal mínimos; la mermelada la probé el primer día y el resto opté por la sal-- y también tenía las camas revueltas de Rafa y Tony que me hacían sentir que estaban conmigo en el sentimiento. O algo así.




.d

1 comentario:

k. dijo...

estan bien chango?

aca los noticieros amarillistas estan pintando la calamidad. tira la possssta