sábado, 30 de enero de 2010

Querido d.

de vuelta la temperatura en el micro me jugo una mala pasada
el calor en el micro era tal que yo,
envuelto en mi prenda multicapa,
giraba y giraba en el asiento buscando el sueño.

Arequipa es un pueblo bonito, viejo, colorido y hostil.
la primera tarde presencia como un grupo comando,
que llego amontonado en un jeep militar,
le apunto a una pobre cholita,
robaron todo lo que ella tenia y de propina una linda paliza policial,
solo por estar.

estuve con la pera al suelo por un buen rato preguntandome cosas.
el oficial Duranga tiene control por estas tierras tambien.

hoy por la tarde me fui a una plaza/vivero llena de plantas, hasta habia unas fuentes con plantas submarinas y virgenes doradas de los deseos en el fondo esperando moneditas
las familias pasaban una tardecita al sol,
y en el centro una laguna con patos y esculturas de llamas de madera para los niños y muchos enamorados arrojados por el pasto

y yo acompañando de una sabia y planificada botellona de agua,
era el testigo mas alegre y no hice mas que sentarme en un banco
y pasar la tarde entre burbujas y columpios.

mas tarde cuando caia el sol, decidi investigar mas la plaza y me encontre con unas jaulas de monos.
me quede mirando a uno chiquitito que con sus manos negritas en la reja me miro fijo por unos segundos
y yo vi su pequeña almita de mono atrapada
y llore por dentro,
y no pude hacer nada mas que mirarlo,
y tratar de decirle que lo sentia,
que con gusto bailaria con el entre ramas,

y todo eso me revolvio la cabeza por un buen rato en el que nos seguiamos mirando
y y y....

me re contra cago en la conchuda falta de humanidad y puto amor
y entonces mi tarde de paz se convirtio en pensamientos oscuros

y ahora van a ver como los hago mierda en mi literatura

y entonces escribi esto con odio:

Cristo Cosmico,
hazte metralleta y aniquila el mal,
Cristo Metralleta,
a ti te rezo por justicia,

libertad a los Dioses Antiguos,
al rayo, al rio, al rugido animal.


b.

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