miércoles, 31 de diciembre de 2008
lunes, 29 de diciembre de 2008
Aqui va la primer y segunda entrega.
El primer audio (2) se trata del sujeto D.
Suena Cancion en cuestion, siendo grabada.
Pam, ruido de chapa
-"Oh my god.....tos....... vamos a fumar una tuca?"
-"And that, was recorded"
-"Posta? Oh no".
El segundo audio trata sobre el sujeto L., a quien se le otorga un Slide (cilindro metalico para tocar la guitarra).
Suena guitarra, sonido feo.
Desconforme, dice:
- Es una mierda esto.... che es una poronga atomica esto.
swhinngghhfhhh
-Che, no. para. te devs@#. te hag#$^. te hago es#@* solemne ato de la pila devuelta.
sábado, 27 de diciembre de 2008
miércoles, 24 de diciembre de 2008
Versos antifavoritos totales
--Sí --dije al principito--; ya se trate de la casa, de las estrellas o del desierto, lo que los embellece es invisible.
(Antoine de Saint-Exupéry)
La verdad es que este enunciado siempre me pareció de pésima onda. Decir que lo que embellece a algo es invisible es mostrar un desprecio atroz por el cuerpo de ese algo. Es decir que la belleza no está en lo visible, que es, justamente, el cuerpo, siempre. El cuerpo de una casa de una estrella del desierto o de una persona, da igual.
Pero más allá de eso que en ultimísima instancia y si alguien quiere podríamos considerarlo una cuestión de gustos, creo que el problema mayor es que contribuye a mantener ciertas oposiciones atrasadoras que ya hemos discutido varias veces aquí; en este caso la oposición que se estaría proponiendo es la de visible-despreciable/invisible-bello. Desde este espacio proponemos resolver estas oposiciones --que operan en la vida cotidiana mucho más frecuentemente de lo que quizás notamos-- disolviéndolas a partir de lo absurdo de su construcción.
O sea. Esta oposición no es útil ni necesaria. No se puede establecer una relación con algo (también podríamos decir 'domesticar' para mantenernos dentro del lenguaje que propone el texto) como una casa o una estrella o un desierto o lo que sea sin relacionarse de alguna manera con su materialidad (la cual, por otra parte, es su verdad más última).
Se nos podría objetar que toda relación con lo otro es imaginaria y por lo tanto invisible y que quizás lo que se está proponiendo en el texto es que lo que embellece a una identidad no proviene de la identidad en sí sino de la relación imaginaria que uno como sujeto pueda tener con ella luego de haber realizado el proceso cognitivo correspondiente. Bueno, sea; pero quizás esto nos ponga al borde de una nueva oposición: real/imaginario, siendo el cuerpo-objeto lo real y la belleza lo imaginario. La respuesta a esto es la misma que dimos arriba: lo real y lo imaginario no existen uno sin el otro. Al igual que el pensamiento y el sentimiento, lo masculino y lo femenino, se retroalimentan y se dan existencia entre sí. Me parece que lo que hay que hacer frente a estas estructuras de pensamiento no es elegir en qué lado de la vereda se va a parar uno, qué término reivindicar y cuál despreciar, sino más bien pensar que esos dos términos artificialmente opuestos mantienen un diálogo tan intenso que finalmente acaba produciendo un efecto bola de nieve en el cual todo se conecta con todo y los límites y las propiedades se desdibujan.
Basta de ser los perros rastreadores de las esencias, ellas no existen, hay que aceptar el quilombo como un todo y trabajar a partir de eso.
.d
--Sí --dije al principito--; ya se trate de la casa, de las estrellas o del desierto, lo que los embellece es invisible.
(Antoine de Saint-Exupéry)
La verdad es que este enunciado siempre me pareció de pésima onda. Decir que lo que embellece a algo es invisible es mostrar un desprecio atroz por el cuerpo de ese algo. Es decir que la belleza no está en lo visible, que es, justamente, el cuerpo, siempre. El cuerpo de una casa de una estrella del desierto o de una persona, da igual.
Pero más allá de eso que en ultimísima instancia y si alguien quiere podríamos considerarlo una cuestión de gustos, creo que el problema mayor es que contribuye a mantener ciertas oposiciones atrasadoras que ya hemos discutido varias veces aquí; en este caso la oposición que se estaría proponiendo es la de visible-despreciable/invisible-bello. Desde este espacio proponemos resolver estas oposiciones --que operan en la vida cotidiana mucho más frecuentemente de lo que quizás notamos-- disolviéndolas a partir de lo absurdo de su construcción.
O sea. Esta oposición no es útil ni necesaria. No se puede establecer una relación con algo (también podríamos decir 'domesticar' para mantenernos dentro del lenguaje que propone el texto) como una casa o una estrella o un desierto o lo que sea sin relacionarse de alguna manera con su materialidad (la cual, por otra parte, es su verdad más última).
Se nos podría objetar que toda relación con lo otro es imaginaria y por lo tanto invisible y que quizás lo que se está proponiendo en el texto es que lo que embellece a una identidad no proviene de la identidad en sí sino de la relación imaginaria que uno como sujeto pueda tener con ella luego de haber realizado el proceso cognitivo correspondiente. Bueno, sea; pero quizás esto nos ponga al borde de una nueva oposición: real/imaginario, siendo el cuerpo-objeto lo real y la belleza lo imaginario. La respuesta a esto es la misma que dimos arriba: lo real y lo imaginario no existen uno sin el otro. Al igual que el pensamiento y el sentimiento, lo masculino y lo femenino, se retroalimentan y se dan existencia entre sí. Me parece que lo que hay que hacer frente a estas estructuras de pensamiento no es elegir en qué lado de la vereda se va a parar uno, qué término reivindicar y cuál despreciar, sino más bien pensar que esos dos términos artificialmente opuestos mantienen un diálogo tan intenso que finalmente acaba produciendo un efecto bola de nieve en el cual todo se conecta con todo y los límites y las propiedades se desdibujan.
Basta de ser los perros rastreadores de las esencias, ellas no existen, hay que aceptar el quilombo como un todo y trabajar a partir de eso.
.d
sábado, 20 de diciembre de 2008
martes, 16 de diciembre de 2008
miércoles, 10 de diciembre de 2008
martes, 9 de diciembre de 2008
sobre el nuevo pensamiento latinoamericano
“Vos estais en occidente, pero sois libre de habitar en vuestro oriente…” (1) y de habitar tu Africa y tu Polinesia si quieres, pero “…de habitarlo a gusto”. En esta frase Rimbaud concilia, y libera al hombre del peso del subjetivismo moderno. Ya no mas eurocentrismo, ya no mas el aca esto haya lo otro, sino el todo aquí. “El hombre ha de ser total, y esta es la única garantía que tenemos de enfrentar el futuro…” (2), dice Rodolfo Kusch. Porque Latinoamerica es un gran collage genético, un cruce de linajes culturales, no devorados del todo por el peso europeo, sobreviviendo a escondidas por fagocitacion en el subsuelo inconsciente, a manos del pueblo y lo popular, fieles guardianes de lo originario. Esta contracultura es la que Kusch valida como propia de America, y donde encuentra una gran tristeza en la vergüenza con la que se mira a las raices originarias. Si el hombre Latinoamericano no acepta su pasado, y lo mestiza con su presente, jamás gritara con voz propia, jamás gritara en serio.
Kusch dicta: “Cultura no es una entidad estatica u objetiva (...) Sino que es algo disponible, y que existe unicamente en cuanto un sujeto la utiliza. Cultura es sobre todo decision…” (3). Sin sujeto, no hay cultura. Sin sujeto manifiesto aquella cultura que en el reside no existe, de ahí que “cultura es sobre todo decision”. El tipo de decision que los pueblos Latinoamericanos, algunos como Bolivia o Brasil ya encaminados, deben tomar y manifestar. Si hasta el hombre europeo ha perdido su esencia, su suelo, su “arraigo”, su “daisen”, que nos depara a nosotros tercer mundistas hasta en lo esencial. A eso Latinoamerica debe responder con mito, con musica, con danza, con pueblo: “bailemos los vivos… bailemos una ultima danza agonica. Pero ¡una danza autentica, no pedos secos!”.
Entonces, ¿donde buscar este nuevo arraigo, donde hechar raices para el nuevo hombre Latinoamericano, en que suelo? “…pense en buscar la llave del antiguo festin…” nos responde Rimbaud, el hombre europeo menos europeo, quien escapo de la maquinaria moderna hacia lo salvaje, hacia aquello que estaba mas alla de las murallas de la ciudad, hacia “…un pasado de miedos y espantos originales…”(4) en busca de respuestas. En esta selva debe sumergirse America Latina, en el lodo de las culturas fundantes, comprenderlas, pero principalmente aceptarlas y asi aceptarnos. Sin embargo, no creo en la solucion renacentista de revivir lo antiguo, no, eso seria demasiado ingenuo de pedir. Vivimos en un mundo definido, el tiempo es el de ahsora, el hombre ya ha construido las ciudades y la maquina, ninguna anarquia lo salvara de ellas, el camino es el de la comprension y y la conciliacion, en busqueda de un nuevo arraigo, de un nuevo momento para el hombre, que exclama: “Tengo apetito, de las tierras y de las piedras,
de este alimento de donde provinieron la fuerza y la gordura y los músculos y el vigor del hombre…” Heidegger busca su hombre europeo en Grecia, nosotros debemos buscarlo en America.
Mencione previamente la condicion de collage que caracteriza a los pueblos de America ( cabe destacar la eleccion de esta palabra que el diccionario de la Real Academia Española define pobremente como: Técnica pictórica y artistica consistente en pegar sobre lienzo o tabla materiales diversos). Es que , como Gadamer menciona, “…la experiencia poetica y religiosa (…) permiten que la existencia humana se comprenda a si misma.” (5), y asi valida al mito, que se manifiesta en las culturas a traves del arte, del dialogo. Por lo tanto, hasta ahora hemos definido a America Latina como un conjunto de pueblos, de caracter occidental pero con una latencia de personalidad propia viva en lo popular y el folklore, que busca y debe reclamar su independencia, su personalidad, aquello que “…le sirve al grupo para diferenciarse del resto, que encierra la voluntad de ser del grupo, o sea, es el factor primordial de una propuesta de liberacion” (6). Su danza autentica.
No pretendo esbozar en estas pocas paginas los fundamentos de un nuevo pensamiento, seria engreido de mi parte, pero si manifestar mi vision sobre las virtudes personales de America, y de donde yo creo lo nuevo debe surgir. Fundar lo nuevo desde lo bueno y original.
America Latina, sufre en las invasiones españolas/portugesas una cruza de mundos, el surgimiento de una nueva raza: la mestiza. Historicamente entonces, America es la tierra de la diversidad, ya manifiesta en las diferentes producciones indigenas de su extenso territorio hasta la ola inmigratoria del Siglo XIX que termina de definirla como la tierra de la tolerancia. Hay un refran que dice (ya hemos validado al mito antes, porque no usar su capacidad. Y al utilizarlo me pregunto si debo destacar su anonimato junto al resto de las citas. No, no lo hare, respetare su misterio, empezare desde aquí a conciliar): “no tolero a la gente intolerante”. Este deberia ser el slogan de America Latina, la tolerancia de culturas en dialogo. Subrayo la palabra dialogo con el deseo de destacar la importancia de la comunicación sobre la imposicion, de la cual ya conocemos los resultados. America debe incluso generar desde esta nueva perspectiva de pensamiento dialogos con Europa, con Africa, con el mundo, porque no hacerlo, si existen y tienen su razon y sus mitos. Miremoslos, aprendamos de ellos, sumergamonos en esta experiencia que es ser hombre, pero atencion, mirando siempre desde America, desde nuestras montañas, nuestras selvas, nuestros eternos rios, que no son los de Heraclito.
b.
“Vos estais en occidente, pero sois libre de habitar en vuestro oriente…” (1) y de habitar tu Africa y tu Polinesia si quieres, pero “…de habitarlo a gusto”. En esta frase Rimbaud concilia, y libera al hombre del peso del subjetivismo moderno. Ya no mas eurocentrismo, ya no mas el aca esto haya lo otro, sino el todo aquí. “El hombre ha de ser total, y esta es la única garantía que tenemos de enfrentar el futuro…” (2), dice Rodolfo Kusch. Porque Latinoamerica es un gran collage genético, un cruce de linajes culturales, no devorados del todo por el peso europeo, sobreviviendo a escondidas por fagocitacion en el subsuelo inconsciente, a manos del pueblo y lo popular, fieles guardianes de lo originario. Esta contracultura es la que Kusch valida como propia de America, y donde encuentra una gran tristeza en la vergüenza con la que se mira a las raices originarias. Si el hombre Latinoamericano no acepta su pasado, y lo mestiza con su presente, jamás gritara con voz propia, jamás gritara en serio.
Kusch dicta: “Cultura no es una entidad estatica u objetiva (...) Sino que es algo disponible, y que existe unicamente en cuanto un sujeto la utiliza. Cultura es sobre todo decision…” (3). Sin sujeto, no hay cultura. Sin sujeto manifiesto aquella cultura que en el reside no existe, de ahí que “cultura es sobre todo decision”. El tipo de decision que los pueblos Latinoamericanos, algunos como Bolivia o Brasil ya encaminados, deben tomar y manifestar. Si hasta el hombre europeo ha perdido su esencia, su suelo, su “arraigo”, su “daisen”, que nos depara a nosotros tercer mundistas hasta en lo esencial. A eso Latinoamerica debe responder con mito, con musica, con danza, con pueblo: “bailemos los vivos… bailemos una ultima danza agonica. Pero ¡una danza autentica, no pedos secos!”.
Entonces, ¿donde buscar este nuevo arraigo, donde hechar raices para el nuevo hombre Latinoamericano, en que suelo? “…pense en buscar la llave del antiguo festin…” nos responde Rimbaud, el hombre europeo menos europeo, quien escapo de la maquinaria moderna hacia lo salvaje, hacia aquello que estaba mas alla de las murallas de la ciudad, hacia “…un pasado de miedos y espantos originales…”(4) en busca de respuestas. En esta selva debe sumergirse America Latina, en el lodo de las culturas fundantes, comprenderlas, pero principalmente aceptarlas y asi aceptarnos. Sin embargo, no creo en la solucion renacentista de revivir lo antiguo, no, eso seria demasiado ingenuo de pedir. Vivimos en un mundo definido, el tiempo es el de ahsora, el hombre ya ha construido las ciudades y la maquina, ninguna anarquia lo salvara de ellas, el camino es el de la comprension y y la conciliacion, en busqueda de un nuevo arraigo, de un nuevo momento para el hombre, que exclama: “Tengo apetito, de las tierras y de las piedras,
de este alimento de donde provinieron la fuerza y la gordura y los músculos y el vigor del hombre…” Heidegger busca su hombre europeo en Grecia, nosotros debemos buscarlo en America.
Mencione previamente la condicion de collage que caracteriza a los pueblos de America ( cabe destacar la eleccion de esta palabra que el diccionario de la Real Academia Española define pobremente como: Técnica pictórica y artistica consistente en pegar sobre lienzo o tabla materiales diversos). Es que , como Gadamer menciona, “…la experiencia poetica y religiosa (…) permiten que la existencia humana se comprenda a si misma.” (5), y asi valida al mito, que se manifiesta en las culturas a traves del arte, del dialogo. Por lo tanto, hasta ahora hemos definido a America Latina como un conjunto de pueblos, de caracter occidental pero con una latencia de personalidad propia viva en lo popular y el folklore, que busca y debe reclamar su independencia, su personalidad, aquello que “…le sirve al grupo para diferenciarse del resto, que encierra la voluntad de ser del grupo, o sea, es el factor primordial de una propuesta de liberacion” (6). Su danza autentica.
No pretendo esbozar en estas pocas paginas los fundamentos de un nuevo pensamiento, seria engreido de mi parte, pero si manifestar mi vision sobre las virtudes personales de America, y de donde yo creo lo nuevo debe surgir. Fundar lo nuevo desde lo bueno y original.
America Latina, sufre en las invasiones españolas/portugesas una cruza de mundos, el surgimiento de una nueva raza: la mestiza. Historicamente entonces, America es la tierra de la diversidad, ya manifiesta en las diferentes producciones indigenas de su extenso territorio hasta la ola inmigratoria del Siglo XIX que termina de definirla como la tierra de la tolerancia. Hay un refran que dice (ya hemos validado al mito antes, porque no usar su capacidad. Y al utilizarlo me pregunto si debo destacar su anonimato junto al resto de las citas. No, no lo hare, respetare su misterio, empezare desde aquí a conciliar): “no tolero a la gente intolerante”. Este deberia ser el slogan de America Latina, la tolerancia de culturas en dialogo. Subrayo la palabra dialogo con el deseo de destacar la importancia de la comunicación sobre la imposicion, de la cual ya conocemos los resultados. America debe incluso generar desde esta nueva perspectiva de pensamiento dialogos con Europa, con Africa, con el mundo, porque no hacerlo, si existen y tienen su razon y sus mitos. Miremoslos, aprendamos de ellos, sumergamonos en esta experiencia que es ser hombre, pero atencion, mirando siempre desde America, desde nuestras montañas, nuestras selvas, nuestros eternos rios, que no son los de Heraclito.
b.
lunes, 8 de diciembre de 2008
Sobre el pensamiento latinoamericano y su necesidad de lubricar los pedos secos occidentales y hacer de la experiencia humana una totalidad.
I. El miedo a pensar lo nuestro
Al recobrar dos céntimos de razón – cosa muy pasajera! – veo que mis males provienen de no haber pensado a tiempo que estamos en occidente.
¡Los pantanos occidentales, el peso yacente y aplastante del mundo!
Y la tierra, desnuda y sexuada, ojos cerrados, es la visión de los números.
¡Inhumano! , ¡Inhumano! , ¡Inhumano!
mi mundo ha sobrepasado sus límites.
---------------------------------------------------------
II. Aproximacion a una geocultura
Ahora bien, recientemente, pensé en buscar la llave del antiguo festín,
Tengo apetito de locura, de un mundo que produzca éxtasis y no pedos secos -¡Océanos si! , De ríos que te lleven a algún lugar, ¡Océanos si!
Tengo apetito, de las tierras y de las piedras,
de este alimento de donde provinieron la fuerza y la gordura y los músculos y el vigor del hombre.
---------------------------------------------------------
III. La cultura en búsqueda de su geografia
Nada es vanidad, ! Hacia la ciencia y adelante! - Grita el moderno, es decir, todo el mundo
Pero porque añorar un eterno sol,
! Al diablo las lamentaciones, al diablo las biografías, y las historias, las bibliotecas y los museos!
que los muertos se coman a los muertos.
Vos estáis en occidente, pero sois libres de habitar en vuestro oriente, y de habitarlo a gusto.
---------------------------------------------------------
IV. El “estar siendo” como estructura existencial y como decisión cultural americana
Mi jornada ha concluido, dejo la Europa:
¡Mis dos céntimos de razón se han terminado!
Bailemos los vivos en el borde del cráter,
bailemos una última danza agónica.
Pero ¡una danza autentica, no pedos secos!
(Poema collage realizado utilizando fragmentos de Tropico de Cancer, de Henry Miller; Una temporada en el infierno, de Arthur Rimbaud; y el Popol Vuh de autoria anónima. Los títulos de cada verso fueron tomados de Geocultura del hombre latinoamericano, de Rodolfo Kusch)
b.
I. El miedo a pensar lo nuestro
Al recobrar dos céntimos de razón – cosa muy pasajera! – veo que mis males provienen de no haber pensado a tiempo que estamos en occidente.
¡Los pantanos occidentales, el peso yacente y aplastante del mundo!
Y la tierra, desnuda y sexuada, ojos cerrados, es la visión de los números.
¡Inhumano! , ¡Inhumano! , ¡Inhumano!
mi mundo ha sobrepasado sus límites.
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II. Aproximacion a una geocultura
Ahora bien, recientemente, pensé en buscar la llave del antiguo festín,
Tengo apetito de locura, de un mundo que produzca éxtasis y no pedos secos -¡Océanos si! , De ríos que te lleven a algún lugar, ¡Océanos si!
Tengo apetito, de las tierras y de las piedras,
de este alimento de donde provinieron la fuerza y la gordura y los músculos y el vigor del hombre.
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III. La cultura en búsqueda de su geografia
Nada es vanidad, ! Hacia la ciencia y adelante! - Grita el moderno, es decir, todo el mundo
Pero porque añorar un eterno sol,
! Al diablo las lamentaciones, al diablo las biografías, y las historias, las bibliotecas y los museos!
que los muertos se coman a los muertos.
Vos estáis en occidente, pero sois libres de habitar en vuestro oriente, y de habitarlo a gusto.
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IV. El “estar siendo” como estructura existencial y como decisión cultural americana
Mi jornada ha concluido, dejo la Europa:
¡Mis dos céntimos de razón se han terminado!
Bailemos los vivos en el borde del cráter,
bailemos una última danza agónica.
Pero ¡una danza autentica, no pedos secos!
(Poema collage realizado utilizando fragmentos de Tropico de Cancer, de Henry Miller; Una temporada en el infierno, de Arthur Rimbaud; y el Popol Vuh de autoria anónima. Los títulos de cada verso fueron tomados de Geocultura del hombre latinoamericano, de Rodolfo Kusch)
b.
domingo, 7 de diciembre de 2008
viernes, 5 de diciembre de 2008
martes, 2 de diciembre de 2008
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